Accesorios de acero quirúrgico
Es el material más noble ya que no pierde su color ni se oscurece con el uso. Es hipoalergénico, es decir, que no produce alergia y puede ser utilizado por casi todas las personas.
Para limpiarlos se aconseja utilizar un paño húmedo con un poquito de cif o bicarbonato de sodio. Limpia y enjuaga. Si querés darle más brillo, pasar un paño seco al finalizar el lavado.
Accesorios de acero blanco, rosé y dorado
El acero blanco, rosé y dorado poseen un baño de otros metales que le da esos colores característicos. Cuanto más lo cuides, más duración tendrá dicho color. Para que sea más duradero el baño, evitá mojarlo y exponerlo al sol.
Al guardarlos te recomendamos ponerlos dentro de una bolsita, de forma individual así no se rayan, ni se ponen amarillentos o rojizos.
Accesorios de acrílico
El acrílico se obtiene de la polimerización del metacrilato de metilo y es una especie de plástico. Por eso, se recomienda que los accesorios no se expongan al sol, tampoco excesivamente al agua y se guarden de manera individual para que no rayen o rompan con el peso de otras cosas encima.
Accesorios de plata
La plata es un metal noble, de transición, de color blanco brillante, blando, dúctil y maleable. No obstante, hay algunas cosas que pueden dañar el color (como puede ser la transpiración, nuestro ph o el perfume). No te preocupes si la plata se ennegrece porque puede limpiarse.
Hay varias formas de limpiar la plata. Un método es con bicarbonato, agua caliente, trapo de algodón y papel de aluminio. Para ello, necesitás calentar el agua y poner en un bol el papel de aluminio con la cara mate del papel hacia abajo, agregar el agua caliente con dos cucharadas de bicarbonato y finalmente las joyas. Esperar unos minutos y luego secarlas bien con un trapo de algodón. Podés repetir el proceso en caso de que no no resulte óptimo la primera vez.